Caracas

Caracas ciudad amada,
que te ensanchas
a los pies del
Avila protector,
pienso en lo hermosa que eres,
no me fijo en tus defectos,
me fijo en tus bondades
que saltan a la vista
de lo agradecida con los
que te aman.

Beso tu suelo en mi corazón
y en mi mente camino
tus senderos
desde el este al oeste
desde el sur hasta…
hasta la cruz…
la Cruz del Naiguata.

Armando Rondön

Tu Presencia y la Mía.

Vamos a entrar ahora en el bosque
donde ya han esperado
tanto tiempo los pájaros
tu presencia y la mía.

Vamos a oír las voces
del viento que en los árboles
se hermanan con el canto de los pájaros.

Vamos ahora mismo
hasta el alma del bosque,
por entre las hojas ya caídas, ya torpes,
volanderas sobre la tierra
y sobre el aire cálido de la mañana,
hasta sentir el corazón en verde revestido
como con el escudo a la corteza
de algo que ha de perdurar,
ocultando la savia que por dentro resume todo nuestro existir.

Son antiguos desvelos,
sobre cicatrices ya viejas,
pongamos este arrimo de luz que nos ofrecen
las entrañas del bosque.

Vamos a entrar cantando
hasta encontrar la hebra
del primer trino en algún árbol.

Vamos a entrar despacio
hasta el follaje denso
donde el sol llega apenas en jirones,
dorando la tierra y las raíces de los cedros.

Tu presencia y la mía
en el bosque la esperan hace tiempo los pájaros.

Manuel Felipe Rugeles

La Odisea de lo Humano

LA ODISEA DE LO HUMANO es encontrar la luz en lo más profundo de nuestros sentimientos. Es mirar desde lo alto del subconsciente los avatares de la vida, y así medir las consecuencias de nuestras acciones. Abrazándonos interiormente a la vida misma haciendo del pensamiento un canto a lo humano a la humanidad que nos absorbe en su interior, y nos impulsa hacia la vida a la odisea de lo humano.

ARMANDO RONDÖN

El Principito

Letra de El Principito de Frank Quintero

Deja escapar tu pensamiento
Hacia el espacio exterior
Ve de planeta en planeta
Construye caminos a tu paso
Pequeño hombrecito
Deja tu flor como equipaje
Dejas amigos dondequiera que vas
Y a las personas mayores
Quisieras poder domesticar
Pequeño hombrecito
Tu que has conocido la pureza de las cosas
La dureza del camino
Y las espinas en las rosas
Tu que has convertido
El desierto en un amigo
Y a la serpiente venenosa
En el perfume de una rosa. (1)

De planeta en planeta
Ve cercando caminos
De camino en camino
Ve dejando testigos
Deja escapar tu pensamiento
Pequeño hombrecito
Principito (Bis) (1)

INSTRUMENTAL INTERLUDIO
Deja escapar tu pensamiento
Deja escapar tu pensamiento
Deja escapar tu pensamiento

Sacramento de la Eucaristía

Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el Cielo

y en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma,

pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti.

Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti.

Amén

El amor que muchos no entienden.

El mundo pierde sentido al apartarse del amor, no hay sentimiento más sincero que el amor, pero amar cuesta y amar de verdad cuesta más, solo apartándonos de los egos es que conseguimos abrirnos al amor.
Tal vez amar a una persona no sea una tarea ardua, ya que podemos ser correspondido, pero mantenerlo y que haya mutua comprensión en el tiempo es lo que cuenta.
Pero el amor que hay que mantener por siempre es el que debemos a Dios, y este es el que cuesta, porque aunque digamos que lo amamos nuestras acciones a veces dicen lo contrario. Amar al Señor es serle fiel en todo y eso conlleva apartarnos de las distracciones del mundo que nos apartan de la fidelidad al Señor, y aquí muchos no entienden, porque dicen amar a Dios, pero siguen como si nada en una burbuja relativista donde todo es permitido, donde lo que antes estaba mal ya no lo es porque vivimos en progresismo y no caen que el Dios que dicen amar es el mismo ayer, hoy y siempre.

Oración por la justicia y la paz

Señor, tú dijiste que cuantos trabajan por la paz serían llamados hijos e hijas de Dios;  Concédenos entregarnos sin descanso a instaurar en el mundo la Oración por la Justicia y la paz  Señor, tú dijiste que cuantos trabajan por la paz serían llamados hijos e hijas de Dios;  Concédenos entregarnos sin descanso a instaurar en el mundo la única justicia que puede garantizar a los hombres y mujeres la verdadera paz.  Señor, que con tu amor paternal gobiernas el mundo, te rogamos que todos los hombres a quienes diste un idéntico origen, constituyan una sola familia en la paz y vivan siempre unidos por el amor fraterno.  Señor, creador del mundo, bajo cuyo gobierno se desarrolla la marcha de la historia; atiende nuestras súplicas y concede la paz a nuestros tiempos difíciles.  Señor de la Paz, tú eres la misma justicia: por eso el hombre violento no te comprende ni el corazón cruel te acepta; haz que los buenos perseveren en el bien y los que están enfrentados recuperen la paz con el olvido del odio… Amén